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Impronta en las dunas

Arena y caravanas.

    La arena, receptora de ocasos, es arrastrada al baile y agrisa el cielo; el mar se deja seducir por los tonos tristes. El cielo, el mar, la arena, cruzan a través de mis ojos y las caravanas de espectros de un futuro que no me pertenece. No hay más oasis que este instante en que escribo y me someto al embrujo de las palabras. Llegué hasta aquí en una de esas caravanas, hija de otros vientos y otros espejismos. Ahora sólo espero.

1 comentario

Abel German -

Un impactante resumen del exilio. Velado, sugerente, pero intenso. Con ese "Ahora sólo espero" del final, que nos deja una rara inquietud. La espera es, ya se sabe, "espera-nza", pero el adverbio nos arroja un vaho perturbardor.