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Impronta en las dunas

La lluvia tenía tus ojos.

    Llovía muerte y yo desnudo. Me desperté empapado. Te llamé pero estaba solo y el silencio me arropaba con ternura, con la perversa ternura de tu mirada. La lluvia tenía tus ojos.

2 comentarios

Robert -

Ya me he puesto al día, sin prisas y degustando lentamente el sabor de ésa lluvia, quizás ojerosa...La brevedad es éste caso es sinónimo de contundencia. Excelente.

Abel German -

Un breve pero fulgurante texto. Tiene la propiedad de dejar, con pocas palabras, una huella. ¿Amor? ¿Desamor? ¿La vida? Ahí están el misterio y la luz de la poesía. Tanto en tan sólo 32 palabras. La proeza de la poesía. Del poeta.