El zumbido.
El zumbido del azúcar vagabundea por el sendero de los perfumes. Está hecho de retazos, palpitaciones, aleteo que revela el enigma de la ausencia de pájaros. Tu mirada posada en el hilo del verano alardea agudeza e intuición, también ternura al rozar el ocaso. La quietud se alarma con grillos por la tibia provocación del terral en las hojas. Se amansa el olvido y lloras.
1 comentario
Abel German -