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Impronta en las dunas

El zumbido.

    El zumbido del azúcar vagabundea por el sendero de los perfumes. Está hecho de retazos, palpitaciones, aleteo que revela el enigma de la ausencia de pájaros. Tu mirada posada en el hilo del verano alardea agudeza e intuición, también ternura al rozar el ocaso. La quietud se alarma con grillos por la tibia provocación del terral en las hojas. Se amansa el olvido y lloras.

1 comentario

Abel German -

Sí, de ese modo es que la memoria (o el olvido que se amansa, una imagen muy bella) nos puede asaltar. De un modo sutil, a través de un "zumbido", de un aroma, de cualquier dato que estimule el recuerdo. Y sí, cuando eso ocurre, a veces (casi siempre), se llora. De nostalgia, de tristeza, de lo que sea, pero se llora. Por eso (y porque está bellamente escrito) este texto merece un excelente.