Noche para cocuyos.
Hacía una noche tan grande
que en ella cabían todas las estrellas
y los ensueños más audaces
Una noche para cocuyos de la infancia
con temores y refugios
Blanda como una espina
Pensaba en lo que no he sido
para olvidar lo que fui
Sentí el orgullo del fracaso
Hurgué mi vacío como un Dios
que se decide a crear
Ya casi amanecía...
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Robert -
Abel German -