Ver sólo con los ojos.
A veces quisiera ver sólo con los ojos. Ver la realidad desnuda, con toda su carga provocativa, sus incorrecciones. Poseerla y ser poseído. Perderme en su desorientación innata que es la forma de orientarse en su eterna metamorfosis, el caos de sus pulsiones que sin saberlo son las mías. Mi cerebro se empeña en maquillarla para que la ame y no sabe que, precisamente para que la ame, debería desmaquillarse hasta los huesos y más allá, hasta su nada profunda, su útero cósmico, donde se generan todas las pasiones y sus muertes. Seguramente estaré allí, en posición fetal, esperando ser expulsado al Reino del Misterio que curiosamente lleva mi nombre. Puede que de todos modos necesite a mi cerebro para enmendar a mis ojos. Que necesite, en fin, un escudero frente al terror.
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Maria Elena Lee -
Abel German -