Motivaciones.
Hay una entelequia renovadora distribuida en la cosmética, cierto genio erótico en la lencería, un demiurgo apetente en las golosinas. Oportunos cuando el deseo estira su sombra a la luz oblicua de las necesidades. Estamos poblados de esas criaturas pragmáticas, haciendo pedidos a la insinuante camarera de las horas. Desde el cielo, los fantasmas nos hacen guiños disfrazados de luz.
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Abel German -
Yo -